NOSOTROS LOS HUMANOS

Con sólo 22 años de edad, Ricardo Valderrama, entra a trabajar como profesor en el colegio Encino del Val de Tambobamba, vive en el pueblo, haciendo amistad con vecinos, profesores y alumnos. Allí se entera de la existencia de comunidades que practican el «abigeato». Visita en la cárcel a algunos comuneros, comprobando sus trágicas historias y decide investigar para hacer dos historias de vida, una de varones y otra de mujeres. Desde ahí tiene en mente a Fuerabamba, para entender y saber la visión desde dentro, acerca de esta actividad de robo de ganado, destinado a la sobrevivencia del grupo. Para poder hacer realidad este sueño, concebimos un proyecto de investigación. Ricardo tramita documentos para llegar a ser profesor de la Escuela de la Comunidad de Fuerabamba. En 1974 logra ser contratado en el Centro Educativo N° 50651/CE 1er Mix. U. de Fuerabamba, distrito Tambobamba, provincia Cotabambas, Apurímac. Allí empezamos el trabajo de campo el 15 de marzo de 1974.
Siendo profesor Ricardo, nos daba el respaldo económico, así como la legalidad de nuestra presencia y estadía en la misma comunidad. Unos meses vivimos en casa de Lino Huamaní, su esposa Carmina e hijos, y otros meses, en casa de Isidro Huachaca, su esposa Jacinta y familia.
Haber conocido inteligencia, vivacidad, alegría de los niños y niñas que asistían a la Escuela, fue una gran satisfacción. Igualmente, en 1977, Ricardo fue profesor unidocente en la Escuela de Pumamarca. Como antropólogos étnicamente quechuas, no podíamos hacer solamente un estudio, teníamos que aportar, algo a la comunidad, por eso la decisión de Ricardo de ser profesor de la Escuela Unidocente, como también desarrollamos tareas de alfabetización, en ambas comunidades. Fue gratificante.
Aunque la empresa minera les devuelva su territorio, nunca volverá a ser la misma comunidad. Estos testimonios, de cómo era su vida antes de la mina, son únicos.
Carmen Escalante Gutiérrez