La vida de Sol marcha en calma hasta que llegan las vacaciones de verano y decide pasar esos meses en Andahuaylas, en casa de su amiga Valentina. Hacia el final del viaje Sol conocerá a un grupo de chicos que recoge testimonios y denuncias sobre violaciones de los Derechos Humanos para una ONG. Ellos la invitarán a unirse al grupo como fotógrafa. De ahí en adelante su vida no volverá a ser la misma.