«Monólogo interior, riguroso autoanálisis, reflexión sobre la poesía como forma de vida, performance poética constantemente interrumpida por una mirada crítica implacable, todo eso y mucho más es este pequeño libro que escudriña valientemente el abismo del propio ser y que evoca, consu provocativo título, el comienzo del poema liminal de Trilce: "Quién hace tanta bulla, y ni deja/testar las islas que van quedando». Susana Reisz