Dueña de una prosa cadenciosa, Alicia del Águila explora en estos cuentos la pasión y temple de sus personajes: mujeres que no temen enfrentarse a su pasado y tampoco a su futuro; mujeres que emprenden viajes por una necesidad de contrastar su experiencia; mujeres que, llegado el momento, son capaces de mirarse a la cara sin pestañear.