En esta novela se presenta una historia fantástica en la cual el protagonista, a lo Dorian Gray, decide no envejecer. Mientras tanto, va acumulando innumerables experiencias y aventuras. Pero el punto débil del personaje será el amor, y por amor dejará de ser inmortal.
Con El hombre que era rejoven, Hernán Migoya ingresa al mundo de la literatura juvenil por la puerta grande.