- Editorial:
- PAKARINA
- Año de edición:
- 2025
- Materia
- Poesía peruana
- ISBN:
- 978-612-5163-13-4
- Páginas:
- 80
- Encuadernación:
- Rústica
ARIKARI
REYES RAMÍREZ, CARLOS
antes de comprar
antes de comprar
CUANDO todos se vayan a otros planetas / yo quedaré en la ciudad abandonada / bebiendo un último vaso de cerveza / y luego volveré al pueblo donde siempre regreso...", así cantaba melancólicamente Jorge Teillier en 1959, cuando el cielo empezaba a poblarse con naves sofisticadas que prometían llevarnos a galaxias insospechadas. Todavía no hemos precisado de dónde venimos ni a dónde vamos, rememorando antiguas interrogantes rubendarianas y sin embargo ya estamos a caballo buscando otros territorios acaso más amables para morar (y amar), sin el temor anclado en nuestras frentes. A los Cantos Cósmicos como los de Ernesto Cardenal (2012), cuyos versos orillan, desde la espiritualidad, los misterios evolucionistas del universo, ahora, desde los bosques amazónicos surgen, como icaros alucinantes, los uni-versos poéticos de Carlos Reyes Ramírez (Requena, Loreto, 1962). ARIKARI, aparece, en el claroscuro de nuestra escena contemporánea, después de Ukamara, ojo de serpiente (2022), El jaguar abre los ojos (2020), Retorno al parque de los pescados (2003), entre otros ríos de poemas en donde sobresalen tópicos que aluden a los seres que pueblan nuestra Amazonía. Por ahora, queda pendiente un estudio del atractivo bestiario que mágicamente registra Carlos Reyes Ramírez.
ARIKARI no es una respuesta retórica a la pregunta que el poeta se había hecho años antes:"¿Y todos tendremos lugar en este planeta tan reciente, tan antiguo, casi nuevo, diferente, igual al de siempre?". ARIKARI es la verbalización del asombro, ante lo inefable. Es volver, a través de la palabra, al origen de las especies. Ir más allá del Big Bang porque tenemos la certeza de que toda investigación científica, por ahora, es insuficiente. ARIKARI es un voto de confianza a nuestra prístina cosmogonía. Y desde este prisma sagrado, todo el universo no es más que una maravillosa y terrible metáfora del soledoso corazón del ser humano (para decirlo a lo Saint-John Perse). Es decir, el poeta, como los contemplativos de entonces y de siempre, nos habla de lo divino y lo terrestre desde la cosmogonía de nuestros pueblos originarios. ARIKARI es redención, epifanía, comunión astral, pues, la poesía es un rito ancestral que trasciende los límites mezquinos del tiempo y del espacio.
Hildebrando Pérez Grande