Nacida y criada al calor privilegiadamente materno del suelo y el cielo de Jauja, ambos vitalizadores del cuerpo y el espíritu, Idaluz Solís Madrid nos viene obsequiando poemarios que llevan a su máxima expresión (hermanada así con el citado Arguedas, y con César Vallejo, Carlos Oquendo de Amat y Rosa Cerna Guardia, más el aporte jaujino de Edgardo Rivera Martínez).
Ricardo González Vigil