ESPINOSA, OSCAR; FABIANO, EMANUELE
Desde tiempos remotos las civilizaciones han tenido que enfrentar numerosas oleadas epidémicas que por siglos han afectado cíclicamente a la humanidad. Acompañando hambrunas y guerras, viajando por los océanos para luego convertirse en armas de conquista, las epidemias se han desatado una tras otra, o simultáneamente, apareciendo y desapareciendo con el paso de los siglos. A pesar de la relevancia que estos eventos han tenido en moldear el mundo que conocemos, tan solo meses atrás sobrevivía la convicción de que estos remitían a un mundo arcaico, un tiempo pasado cuyos patrones de atraso científico y tecnológico representarían los mayores factores de riesgo de propagación para enfermedades infecciosas ya extintas.
Sin embargo, la enfermedad llegó y alcanzó los lugares más remotos del planeta, y nos tomó por sorpresa. Al igual que en las experiencias del pasado, la pandemia actual y sus efectos globales han tenido su mejor aliado en la misma interdependencia e interconexión —a menudo utilizadas como indicador de desarrollo económico y social—, que han sido heredadas de la larga historia de desplazamientos, migraciones e intercambios, cuyas características, a una escala mayor, caracterizan el mundo contemporáneo globalizado.