- Editorial:
- DENDRO EDICIONES
- Materia
- Literatura peruana
- ISBN:
- 978-612-48536-3-0
- Páginas:
- 61
- Encuadernación:
- Rústica
ELE
FLORES, STUART
Stuart Flores nos entrega en ele un texto poético de gran sensibilidad e inteligencia que señala el malestar de la vida. Dentro de un conjunto de temas, resalta una reflexión sobre el tiempo a partir de metáforas y al narraciones en que la aridez, soledad y agobio del desierto se asemejana transcurrir de la existencia. Un desierto que en su arena borra la huella de lo recorrido o el camino que nos acerca a otros. Un desierto que es como el tiempo perdido que discurre cotidianamente, sin medida de días, horas o segundos bastardos». El desierto y su arena que todo lo desborda es la imagen más potente del libro, pues es ese tiempo informe el que afronta el ser humano, sin una ruta clara, con encuentros y despe didas, en una travesía en la que se busca el agua que emana del pecho del otro, del amante o del compañero. Ese desierto subsiste emocionalmen te, sea el yo poético masculino o femenino, y esté en medio de la rutina moderna, en la urbe o el campo, o donde quiera que se encuentre; es la arena del tiempo que discurre y ante la que el poeta busca una palabra que detenga el instante, una sola única palabra.
VIOLETA BARRIENTOS SILVA
En este breve aunque intenso poemario se abordan símbolos sobre el pesimismo, la muerte, el desamor; en suma, sobre los males de la vida contemporánea en la ciudad. Pero también está presente el desierto, el tiempo y Dios. En especial el símbolo del tiempo, que yace latente hasta materializarse en el bello poema el tiempo en el desiertos, en el que la voz litica asume una posición definitiva frente a ese fenómeno que ha pretendido descifrar en todo su discurso y sobre el que afirma rotunda mente: una ventaja le llevo al tiempo / yo he muerto antes,
Stuart Flores, narrador pulcro y de buen gusto, nos sumerge ahora en el lenguaje del extrañamiento, como dijera Saer a propósito de la poesía, para rescatar al mundo lavado y nítido para una historicidad más alta.
UGO VELAZCO