- Editorial:
- JUAN GUTEMBERG
- Año de edición:
- 2023
- Materia
- Literatura peruana
- ISBN:
- 978-612-51-1803-5
- Páginas:
- 121
- Encuadernación:
- Rústica
EL VUELO DEL COLIBRÍ
MARCAZZOLO MOLERO, MANUEL
El vuelo del colibrí narra la historia de un muchacho que, por un momento, parece, en su labor de recoger lo útil de los desechos, recordarnos a Efraín y a Enrique, los nietos de don Santos en Los gallinazos sin plumas de Julio Ramón Ribeyro; pero él no es un gallinazo, él es un colibrí y por ello, acaso, es más frágil que los otros, pero también más poético. Además, no sufrirá del maltrato del abuelo, aunque sí cargue con un pasado que deberá de ir remediando gracias al amor de Dora. Así pues, Marcazzolo parece entregarnos una novela de crecimiento, una bildungsroman, donde vemos las peripecias que el protagonista debe afrontar para abandonar la infancia y entrar a una adultez que no sabemos que le depare, pero que, en todo caso, es el camino que va construyendo, no solo por la promesa hecha a su madre, sino porque sabe que debe de ser lo que ha decidido construir como destino, aunque no sepa bien de qué se trate. Y en eso se parece a sus lectores, a la multitud de personas que pueblan este mundo y que camina, con más o menos noción del destino, para lograrse o morir en el intento. El niño o el adolescente se convierte, luego de aprendizajes, dudas, aventuras y lecturas, en hombre, en la línea de Damian de Hermann Hesse o El guardián entre el centeno de JD Salinger. La narración fluye de buena manera, y vamos conociendo a Colibrí en diferentes facetas y en diferentes tiempos, él avanza y la historia también lo hace y así nos ponemos en contacto con otros personajes como el profesor Carpio y los caminantes, o los alumnos y sus padres.
Pienso ahora, luego de todo lo escrito, que Vargas Llosa, en un ya viejo texto, El arte de mentir, habla sobre las razones que han llevado a los hombres a escribir, a salir de su relativa tranquilidad y embarcarse en este mar tormentoso que suele ser la escritura, dice: "Los hombres no están contentos con su suerte, y casi todos -ricos o pobres, geniales o mediocres, célebres u oscuros- quisieran una vida distinta de la que llevan. Para aplacar -tramposamente- ese apetito nacieron las ficciones. Ellas se escriben y se leen para que los seres humanos tengan las vidas que no se resignan a no tener."