Franklin podía contar hacia delante y hacia atrás. Podía subir y bajar cremalleras y abotonar botones. Pero Franklin era tan desordenado que casi nunca podía encontrar las cosas. Aun las cosas especiales.
Este sitio web utiliza cookies, tanto propias como de terceros, para mejorar su experiencia de navegación. Si continúa navegando, consideramos que acepta su uso. Más información